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AMARILLA

como decirte...


¿Cómo decirte en un suspiro?… Que un peso tengo en la garganta, que al sentirte paralelo a mi cuerpo, que al oír gritos escondidos en tu risa, dejo libre a una bestia sin fauces ni garras.
 ¿Cómo decirte en un suspiro?… Que al morir el cielo mueren con él mis anhelos, que al caer la brisa, cae con ella, parte de mi alma,
 Que al tomar un respiro, el aire me oxida por dentro, que al cerrar los ojos, le cierro las puertas a lo permisible, y vuelo en quimeras llenas de ti… ¿Cómo decirte en un suspiro?… Que mis risas y tus sonrisas, forman un sólo ente purificador,  comparto la misma sangre y uno que otro latido… ¿Cómo decirte en un suspiro?… Que manejo versos a tu antojo, y a mi docilidad, que en cada estrofa, emito un mensaje a Dios y a tu persona, a Dios por ser el único que me escuche, y a ti por ser el unico que vea…
 Que articulo tristemente mis palabras en un solo ser, y al finalizar, en un mudo gemido, extingo los sentimientos ocultos de lo ya percibido… ¿Cómo decirte en un suspiro?… Mis largas noches sin ojos, ni velas, ni paredes, ni estrellas, sólo la espesura de la noche envolviéndome en su laberinto de emociones, y las figuras en retrospectiva de un

recuerdo casi sueño…Adjuntas a los momentos aquellos, que en el camino se irán formando...
¿Cómo decirte en un hondo suspiro? Mis cortos instantes de inmunidad a este mundo, los apenas visibles rastros en mi rostro, de una sonrisa dibujada por tus ojos, en un intento de conectar por un instante nuestros pensamientos de un ficticio beso en las fronteras de lo fronterizo, de un abrazo ofrecido como un abrigo a tanto frío… 
 ¿Cómo decirte pues en un suspiro?, que mis latidos descubrieron un nuevo idioma, y mis momentos de gloria, de nuevo llevan tu nombre, que mis ojos no han cambiado, sólo que ahora miran los tuyos, que mis labios no han caducado, sólo que ahora saben más añejos, que mis manos no se han enfriado, pero ahora no saben tocarte, que mi voz no se ha vuelto más leve, pero ahora trata de expulsar verdades,
 Que mi corazón sigue siendo de carne y sigue lleno de sangre, que te quiero con mi alma, y aunque tal vez duela, en un suspiro eres mío... Y en un suspiro… ¡Soy tuya!


 

 

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